31 de marzo de 2011

#61

Oscuridad. Suspiros repentinos. Manos que se cruzan, divertidas, ligeras. Desabotonan, buscan, encuentran. Una caricia, un beso. Y otro beso. Una camisa, que resbala. Un cinturón que se abre. Una cremallera que baja lentamente. Un salto. En la oscuridad pintada de oscuridad. Feliz de estar allí... Echa de deseo, de ganas, de ligera trangresión. La más hermosa, la más suave, la más deseable. Un rayo de luna que dibuja bocas abiertas, deseos suspendidos, sufridos, alcanzados, cumplidos, ojos cerrados, abiertos. Y más y más. Como entre las nubes. Cabellos alborotados y lugares cómodos. Manos que proporcionan placer. Bocas en busca de un mordisco. Y el tiempo que sigue pasando mientras tanto. Dos corazones acelerados, que no frenan, que chocan dulcemente.